Cuando podamos subir las fotos podréis apreciar que salvo 3 hombres, los tres curiosamnete delgados, el resto son mujeres y excepto 2 , el resto son gorditas o bastante gorditas , ante estas últimas Ana parece hasta delgada.
De los hombres hay uno que está haciendo un trabajo para un colegio público sobre la aceptación de las personas gordas en Finlandia, fue él una persona obesa , de padres muy gordos pero que debido a la presión social empezó a hacer deporte y ahora está delgado como lo puedo estar yo, el que os escribe. El tercer hombres es un encantador norteamericano, gay y chaser, nombre con el que se les conoce a aquellos que sienten admiración por los hombres gordos. Dan o Daniel , no esconde su admiración por los hombres muy gorditos y aquellos que desean engordar y disfrutan con ello, de hecho tiene un novio que pesa más de 200 kg . No os asustéis, a pesar de estos datos, Daniel es un gran conocedor de la cultura de la obesidad , por así decirlo, las diferentes maneras en la que en cada sitio se trata a la persona grande o muy gordo. Habla con sinceridad y sin cinismo y desde luego defiende el derecho a que se respeten las opciones de cada uno. Nos dará un par de conferencias que prometen dar mucho juego por el contenido de éstas y por lo dinámico , simpático y ameno que es exponiendo sus opiniones y formas de entender esta cultura.
No obstante , es verdad que notamos que hay una falta de cultura de aceptación de la obesidad en todas partes, lo que nos asombra un poco pues pensábamos que en otros países tenían ya cierta ventaja adquirida debido a la cultura más tolerante hacia los demás. Prueba de esto último es la anécdota que nos pasó al medio día , muy graciosa y chocanta a la vez y que viene a demostrar esa cultura más tolerante y respetuosa.
El caso es que teníamos que comprar agua pues no estábamos dispuestos a volver a pagar 4,80 EUR por una botella de 0,75 cls de agua mineral que nos soplaron por la mañana aquí en el restaurante, así que nos animamos a dar un paseo , largo paseo al supermercado más próximo cuando a mitad de camino nos encontramos , al lado de la autopísta, mejor dicho de una de las principales carreteras de acceso, que hay una zona nudista, pero nudista integral, con docenas de berlineses en cueros , pegados a la carretera y junto a un pequeño lago que había. Es verdad que en una hondonada , pero pegadita a la carretera y a la cera por donde viandantes y ciclistas pasean tranquilamente .
Ana y yo nos quedamos ciertamente estupefactos, gente desnuda, algunos al ladito de la carretera, y como si nada, sin gente molestándolos ni nada de nada, respeto absoluto .
Al parecer aquí el respeto es generalizado, uno pueder ir al banco desnudo que nadie le va a decir nada.
Así que con esta mentalidad tan maravillosa es normal que nos haya sorprendido lo mucho que también tienen que trabajar en Alemania.
El día transcurre con otro interesante seminario sobre HEALTH AT EVERY SIZE que aboga por una salud para todo el mundo sin centrarse en el peso de la persona.
Por la tarde tenemos otra amena charla antes de cenar .
De momento es todo , aquí ya es tarde y hay que descansar para estar fresco por la mañana .
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